Para la cultura maya, el alma es una materia que puede desprenderse del cuerpo.
Según Mercedes de la Garza, esta desunión se puede producir a causa de un hechizo o una excitación, desde un susto hasta un orgasmo.
También es posible que muera con el cuerpo o lo abandone en la muerte, yendo a otros sitios, o reencarnando posteriormente.
El pasado 23 de agosto, Mercedes de la Garza, doctora en historia e investigadora emérita de la Universidad Nacional Autónoma de México, llevó a cabo la disertación “Los viajes del alma en el pensamiento maya” en el centro de convenciones Atlapa. La conferencia formó parte de las actividades en torno al país invitado de la Feria Internacional de Libro de Panamá, México.
En su charla, de la Garza empezó con una descripción de las ubicaciones geográficas de la civilización maya, en la que detalló algunas de las 30 etnias mayas que comparten rasgos similares desde la conquista española; su arraigo a lo prehispánico y la “idea platónica y judeocristiana de que el cuerpo es la cárcel protectora del alma”, entre otros aspectos de la idiosincrasia maya.
Otro de los temas en su exposición fue el de “los sueños” –antes que ser sueños, realizaciones psíquicas o rememoraciones de traumas pasados, como teorizó Freud– “son para los mayas una realidad vivida por el alma humana, naturalmente fuera, en un espacio intemporal”, afirmó.
Además del viaje del alma en situaciones de sueño, en todas las comunidades mayas hay hombres poderosos que pueden controlar momentáneamente sus sueños. Esos hombres, de la Garza los designó con el término “chamán”, “elegidos por los dioses que obtienen poderes sobrenaturales y logran extraordinaria visión que les permite curar enfermedades y adivinación”.
“Los mayas fueron grandes astrónomos y manejaron una fecha, con un control de la temporalidad extraordinario. Lograron fijar el ciclo del sol, de Venus y Marte, siendo notables en muchos hallazgos científicos”, concluyó.
De la Garza también es miembro de la Academia Mexicana de la Historia, integró el Centro de Estudios Mayas y fue directora del Museo Nacional de Antropología.

