¿Qué tienes debajo del sombrero? (2006) es un filme biográfico que narra la vida de Judith Scott, una escultora norteamericana sorda y con síndrome de Down, quien obtiene el reconocimiento internacional después de pasar 36 años en una institución psiquiátrica.
Esta película, dirigida por Lola Barrera e Iñaki Peñafiel, se presentará en el auditorio de la Fundación Omar Torrijos, frente a la DIJ de Ancón, como parte del proyecto En una papa de la artista Pilar Moreno, que busca una forma de “promover la formación, profesionalización y difusión de artistas que, por distintas razones, trabajan al margen del circuito del arte y, en algunos casos, de la sociedad”.
Moreno inició desde hace casi dos años, en conjunto con el Centro Cultural de España-Casa del Soldado y el apoyo de TEOR/éTica, su proyecto En una papa. “El proyecto quiere visibilizar, a través de las prácticas artísticas, a los colectivos de los que estos artistas forman parte y reconocer su importancia en la vida sociocultural del país”, comenta la artista, quien comparte que la idea del proyecto surge “del interés que siempre me han despertado los artistas que trabajan desde los márgenes, el que se ha llamado art brut, arte outsider o, como más me gusta llamarlo, arte espontáneo”.
A través de este proyecto ha trabajado para “crear una red de entidades, fundaciones y personas con interés en los temas de marginalidad, discapacidad y arte. Todo un grupo de personas que cree en que el arte puede ser una herramienta para cambiar las cosas, la sociedad. Hicimos un laboratorio de creación contemporánea inclusivo, un espacio de exploración, trabajo y encuentro para artistas con diferentes trayectorias y diversos talentos”, explica Moreno, señalando que algunas de las participantes tienen discapacidad como trastornos del espectro autista o síndrome de Down.

¿Por qué decidió incluir a artistas con alguna discapacidad o condición especial?
Ellos son el centro, la causa del proyecto. Decidí iniciarlo después de visitar otros proyectos protagonizados por artistas con discapacidad, como Debajo del sombrero, en España, y darme cuenta del impacto tan positivo que podía tener para la escena artística y para otros artistas entrar en contacto con la producción y los modos de crear tan genuinos y poco contaminados de estos artistas que trabajan de manera espontánea y, muchas veces, sin ninguna formación. Hay mucho que se puede aprender sobre su manera de crear.

¿Qué ha aprendido de ellos y qué piensa que las personas pueden aprender a través de su arte?
Hacen que nos cuestionemos muchas cosas. Sobre lo que es realmente importante a la hora de producir arte, sobre la importancia que le damos a factores externos que no tienen que ver con la producción misma, como todo el sistema del arte, la necesidad de aprobación externa y condicionar la producción a que vaya a gustar más o menos, o que vaya a ser seleccionada para alguna oportunidad. Incluso mueve a reflexionar sobre el mismo circuito de arte que es sumamente elitista y excluyente.
Y también trabajar con ellos despierta muchas preguntas sobre la inclusión misma, nos lleva a preguntarnos dónde están estos artistas, por qué no los hemos conocido antes y cómo podríamos hacer para seguir trabajando con ellos. En este sentido, el proyecto En una papa tiene un potencial muy grande para ayudar a cambiar cosas a través de este cuestionamiento.
¿De qué forma le sorprendió las capacidades artísticas de estos talentos con discapacidad?
Hay artistas muy talentosos que participaron en el proyecto. No por que tengan o no una discapacidad. Son talentosos y punto.
