Todo parece muy simple cuando se escucha, pero no cuando se interpreta. Al hablar del Concierto doble para violín en re menor de Bach, uno no solo se refiere a una obra maestra del barroco, sino a un acompañante circunstancial de piezas de arte de la modernidad. Entre ellas, la música que utilizó George Balanchine para crear su coreografía “Concerto Barroco” o, incluso, el fondo de una escena de Hannah y sus hermanas, película de Woody Allen de 1986, sin mencionar grabaciones memorables.
Esta pieza será interpretada esta noche en el Ateneo de Ciudad del Saber a las 8:00 p.m., por la orquesta del XXIX Campamento Musical de la Asociación Nacional de Conciertos, con la participación de los 60 campistas que asistieron al encuentro musical en enero de 2014.
La orquesta será dirigida por el violinista venezolano Eddy Marcano y el panameño Jorge Oliva, director de la Escuela Juvenil de Música.
El concierto de Bach tendrá como solista al joven violinista estadounidense John Decoulos, quien ha participado en orquestas juveniles como la de la Longy School of Music y la de New England Conservatory of Music, en Boston, Massachusetts (Estados Unidos).
Los retos del concierto doble para violín son muy complejos, sobre todo en la parte estilística, donde se debe trabajar en los distintos tipos de arcos en la sección de cuerdas.
“Los sonidos de los violines se entrecruzan y el solista debe enfocarse tanto en su sonido como en el de las otras cuerdas. Es un ida y vuelta”, comenta John, de 17 años. “Es una pieza muy compleja e interesante, pero me he preparado escuchando muchas grabaciones, practicándola y entendiéndola”.
El repertorio también constará de la Sinfonía inacabada, de Schubert; Oblivion, de Astor Piazzolla; temas compuestos por John Williams para la banda sonora de la cinta La lista de Schindler (1993); danzas panameñas, compuestas por el estadounidense William Graham Steel, y Cómo llora una estrella, del venezolano Antonio Carrillo con arreglos de Peyber Medina, violinista de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar.
“Todas las piezas tienen en su dimensión una dificultad”, dice Eddy Marcano, quien ha participado en ediciones anteriores del campamento juvenil. Esta selección de temas, considera, sirve para “crear una conciencia musical, para que sepan trabajar en su balance y que hay que hacerlo en el más alto nivel”.
