El emblemático Big Ben de Londres, construido en 1859, necesita una urgente reparación estimada en 40 millones de libras (61.7 millones de dólares), que puede obligar al famoso reloj a permanecer en silencio durante unos tres años, revela el dominical británico The Sunday Times.
Según fuentes al tanto del estado de la torre que alberga el Big Ben, el mecanismo del reloj, que pesa cinco toneladas, “está por fallar y este es un problema catastrófico”.
El plan de restauración incluye instalar un ascensor en la torre y modernizarla para que cumpla con los requisitos que establece la Ley de Seguridad y Salud británica, que regula todos los lugares donde trabaja gente.
Los expertos aún no saben el tiempo que durará detener el reloj para hacer las reparaciones, pero se estima que puede llegar hasta tres años debido al difícil estado en que se encuentra.
El reloj también quedó en silencio mientras se hacía mantenimiento en 1934, 1956 y 1990, mientras que en 1976 no se escucharon las campanadas durante meses por un fallo y en 1916 las campanas fueron silenciadas para impedir que los dirigibles Zeppelines alemanes utilizaran el reloj como punto de referencia de navegación.
