Joven, alta, bronceada y... ¿rellenita? Cada vez más fabricantes de trajes de baño se están dando cuenta de que la cintura de las brasileñas se está agrandando y están produciendo modelos para personas gordas.
Esto es una verdadera revolución en esta nación en la que las mujeres están tan pendientes de sus cuerpos, donde las gorditas tenían que ir a la playa bien cubiertas con camisetas grandes y pantis pegados al cuerpo.
“Antes hacían biquinis pequeñitos que podían usar solamente las mujeres delgadas, pero no todas tienen el cuerpo de una modelo”, declaró Elisangnela Inez Soares, mientras tomaba sol en Copacabana, con sus curvas pronunciadas cubiertas por un biquini negro tamaño 12.
La diseñadora de ropa Clarice Rebelatto dice que le costó encontrar una línea de trajes de baño hasta que produjo Lehona. La modista lanzó su nueva línea en 2010 y ha tenido un gran éxito.
Lo mismo ocurre con Acqua Rosa, marca convencional de trajes de baño que incorporó una línea para mujeres rellenas en 2008. Hoy, las medidas grandes representan más del 70% de las ventas, dijo su director Joao Macedo.
Es lógico. Por siglos, grandes extensiones de Brasil sufrieron de malnutrición y en 1970 el 10% de la población del noreste, donde abunda la pobreza, estaba por debajo del peso indicado. Pero el desarrollo económico de los últimos tiempos sacó a decenas de millones de personas de la pobreza y las incorporó a la clase media.
Paralelamente, se produjo un cambio físico en las personas. Un estudio de 2010 indica que en un país caracterizado por los físicos esbeltos de su población, 48% de las mujeres y 50% de los hombres estaban excedidos de peso. En 1985 esas cifras eran 29% en mujeres y 18% en hombres. El 15% de la población es obeso.
