Con Burning, en competición en el Festival de Cannes, el director surcoreano Lee Chang-dong presentó un filme sinuoso, entre thriller e historia de aprendizaje, en torno a una misteriosa desaparición.
A partir de un relato corto del escritor japonés Haruki Murakami, Las granjas quemadas, se explica la historia de Jongsu (Yoo Ah-in), un joven que comparte su vida entre su trabajo de mensajero y la granja de su padre, y sueña con ser escritor. Por casualidad, se cruza con Haemi (Yun Jong-seo), una chica con la que creció. Antes de que ella emprenda un viaje a África, se vuelven a ver. A su regreso, Haemi le presenta a Ben (Steven Yeun), un hombre rico y enigmático que conoció durante el viaje y con quien inicia una relación.
