El sitio pasa casi inadvertido, porque a lo que subes por la Eloy Alfaro, naturalmente, estás buscando un restaurante a tu izquierda. No. Está a la derecha, agarrado al paredón marino.
Arriba tiene una terraza con mueblería ecléctica que no me molesta, a excepción de unos taburetes de madera con una pinta incomodísima.
Nos sentamos en una barra que mira hacia el mar, que mi RdT disfrutó muchísimo.
Lo primero fue que nos trajeron un chupito de cortesía, una cantidad pequeña de una sopa de plátano enviada por el chef. Llevaba adentro brotes de brócoli, tiernitos y de textura interesante, daditos de tomate, y un toque avinagrado al que se le fue un poco la mano.
Pedimos a continuación: A pesar de que me tentó una entrada de conchuelas, brócoli y pepino, nos decantamos por un foie gras, que vino en bloque con una compota de manzanas a la pimienta rosada. Y escuché coros celestiales y todo eso. Muy rico.
Luego pedimos unos raviolis rellenos de hongos, que venían con una besamela trufada. Ahí sí que a los coros se les unieron arpas, y creo que al chef le pasaron las llaves de san Pedro.
Se me sugirió la pesca del día, que era un dorado un poco mariscoso, pero con una deliciosa salsa de miso y soya, con puré de celeriac y chips de ajo tostaditos. Muy buena combinación, pero el mero estaba un poquitín mariscoso.
Pasamos, en esta olimpiada de la gula que resultó ser el evento con mi RdT, a una magret de pato con un tartar de fresas y piña que estuvo muy rico, muy sencillo, pero con su propio jus, que lo hizo especial.
Acto seguido, pedimos a instancia del salonero que probásemos el entrecôte de ternera con risotto de cebada. Fue una porción súper generosa y ni nos la pudimos acabar, claro, porque ya nos estaban saliendo unos rabitos de cerdas macondianos.
Pero sí nos alcanzó espacio para el postre, un soufflé Grand Marnier que estuvo divino. Bar completo, lista de vinos.
Si bien tanto la cocina como el personal de sala se lució, la experiencia la maculó el servicio de valet, que hasta para San Felipe estuvo demorado. Dixit.
