El escritor francés Emmanuel Carrère elogió este fin de semana al periodismo y la escritura de no ficción al recibir el premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2017, en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, en México.
“Empecé como autor de ficción y a medio camino me dediqué a escribir eso que a falta de un mejor término se llama no ficción”, dijo el autor de 59 años, vestido con un sobrio traje gris y camisa negra.
Agregó que mientras un “autor de ficción es el amo absoluto”, uno de no-ficción, “se arriesga a someterse a lo que la realidad exterior implica en términos de imprevisibilidad y de potencialidad peligrosa”. “He escrito cinco libros corriendo ese riesgo”, dijo al referirse a obras como Una novela rusa (2007) y De vidas ajenas (2009).
“He tenido suerte hasta ahora: nadie me ha demandado, nadie ha querido golpearme, o en todo caso nadie lo ha hecho”, agregó en el discurso.
Previo a las palabras de Carrère, el mexicano Jorge Volpi destacó la habilidad del francés para “crear ficciones desasosegantes y ambiguas, y su no menos desorbitado talento para entretejer su vida con otras vidas grandes y pequeñas”.
“Lo convierten en una de las voces literarias más arriesgadas e influyentes de nuestro tiempo”, agregó.
Durante su discurso, Carrère se refirió a El Adversario (2000), uno de sus libros más conocidos, que cuenta la historia real de Jean-Claude Romand, quien el 9 de enero de 1993 mató a su familia e intentó suicidarse sin éxito. Las investigaciones revelaron que Romand, quien fue condenado a cadena perpetua, no era médico como había dicho y llevaba gran parte de su vida mintiendo.
Ese libro suele ser comparado con A Sangre Fría (1966) de Truman Capote.

