El estrés es más que una reacción emocional. De no manejarse correctamente, este puede causar daños a la salud.
Al manifestarse se activan componentes psicológicos y físicos que ocurren en presencia de cualquier suceso que asuste, amedrente o excite. También hay el estrés ante eventos felices, explica la doctora en psicología clínica y de la salud, Olivia Sandoval, quien estará impartiendo el 8 de febrero un taller de relajación en el hotel Four Point by Sheraton, en el que expondrá métodos de respiración y relajación antiestrés.
El estrés causa diversos daños en el sistema inmunológico. “Cuando atravesamos períodos largos de estrés, somos más propensos a contraer infecciones e, incluso, a desarrollar patologías tan graves como enfermedades cardiovasculares o autoinmunes”, explica Sandoval.
La también neuropsicóloga añade que hay una relación entre el aumento de susceptibilidad frente a la enfermedad con una alteración de la capacidad de la respuesta inflamatoria del organismo, que se produce precisamente a consecuencia del estrés crónico; mientras que ante un episodio de estrés pasajero, el organismo reacciona elevando los niveles de la hormona cortisol. “Por ejemplo, somos más propensos a contraer un resfriado cuando estamos sometidos a un estrés crónico y nos exponemos a un virus respiratorio”.
Por ello, la especialista aconseja manejar el estrés oportunamente para evitar problemas de salud.
Comer bien, dormir adecuadamente, hacer ejercicios con frecuencia, reír, organizar su tiempo, disfrutar cada momento y hacer ejercicios de respiración y relajación son recomendaciones que brinda al respecto.
Sobre métodos de respiración existentes para controlar el estrés, la doctora Sandoval señala que existen diversas técnicas; en una de ellas se utiliza el diafragma respiratorio, que es un músculo que se encuentra ubicado en el centro del cuerpo, el principal de la función respiratoria.
Entre los métodos de relajación que aconseja para mantener el estrés a raya está la relajación muscular progresiva, así como la abreviada, entre otros.
Un estudio reciente, realizado por John Denninger del Instituto Benson-Henry del Hospital General de Massachusetts (EU), encontró que las técnicas que combinan la mente con el cuerpo, como el yoga, pueden contribuir a la activación de los genes vinculados con el sistema inmunológico.
