Los bañistas de la isla tropical de Hainan, en el sur de China, se llevaron una sorpresa estos días cuando de pronto, tendidos en sus toallas a la luz de sol, un grupo de militares les despertó de su descanso en la playa. Portaban un mensaje: desde ahora, queda prohibido el destape.
“La gente normal no se baña o toma el sol desnuda”, esa máxima es la que llevó al secretario provincial del Partido Comunista en Hainan, Luo Baoming, a desplegar al ejército por las playas más frecuentadas de la isla, con el objetivo de prevenir a ciudadanos y turistas de las nuevas consecuencias que acarrea, desde ahora, el nudismo.
¿La razón? Unas imágenes que enojaron a algunos locales, tomadas durante las recientes vacaciones de Año Nuevo Chino, y que circularon por internet en las que se veía una playa de Hainan cubierta por un numeroso grupo de ciudadanos -sobre todo, hombres de mediana edad- desnudos.
Decenas de soldados peinaron los puntos de mayor afluencia de la costa para entregar a cada uno de los bañistas panfletos informativos de la nueva “guerra” declarada al desnudo, en la que se anunciaba el nuevo statu quo: de cinco a diez días de arresto para todo aquel que se destape en público.

