¿Qué más queda por decir de O.J. Simpson y la era de las relaciones raciales que ayudó a definir?
Mucho, a decir por la impresionante serie documental del cineasta Ezra Edelman, O.J.: Made in America.
El documental, una exploración épica que llega dos décadas después de que Simpson fue absuelto de cargos de asesinato por las muertes de su exesposa Nicole y el amigo de esta, Ronald Goldman, cubre los asesinatos y el subsiguiente Juicio del Siglo, con un detalle nunca antes visto.
Pero va aún más allá al enmarcar su vida y carrera en medio de la agitación racial y una lucha por los derechos civiles que lo protegió con el caluroso apoyo del público blanco.
Su fama y adoración pública florecieron mientras, al otro lado de la ciudad, los barrios negros se quemaban. Fue elevado a la gloria como una celebridad inimitable cuyas transgresiones (incluyendo un patrón de violencia conyugal) fueron pasadas por alto como incompatibles con su imagen del típico americano. Entonces vinieron los asesinatos y el juicio cuando Simpson, quien había renegado exitosamente de su negrura como una movida profesional astuta, revirtió su curso. En la película se le escucha declarar durante el juicio: “El sistema me ha obligado a ver las cosas desde un punto de vista racial”.
Made in America se estrena en la cadena ABC el sábado a las 9:00 p.m. y la próxima semana pasa a ESPN, donde las cinco partes se transmitirán el 14, 15, 17 y 18 de junio.
Contiene material de archivos personales que ahondan mucho más que el circo mediático en el que se convirtió el juicio.

