LA VOZ DE LA ACADEMIA

Conocer las reglas

Seguiremos insistiendo en que es obligación conocer las reglas que rigen el uso de nuestra lengua.

Las abreviaturas, las siglas y los acrónimos (v. Ortografía de la lengua española).

La historia de las abreviaciones -formas reducidas de palabras y locuciones- data de la época romana y el legado trae su pátina de superstición, es posible que en las primeras iniciales de nombres propios romanos fueran usadas “para evitar que la persona fuera objeto de maldición; o en el empleo reverencial (...) para evitar, por respeto, la mención del nombre de la divinidad... nomina sacra”.

El sistema fue “...consolidado en la época medieval y perfeccionado en la actualidad.” Su permanencia se debe a que ahorra material, tiempo y esfuerzo al escribir; ofrece un ajuste de velocidad entre el discurso oral y su traslación escrita que incide definitoriamente en la lectura: cuando una abreviación es más utilizada que el término original, se convierte en “forma abreviada convencional”, la reconocemos y la leemos más rápido que las unidades léxicas que lo provocaron, por ejemplo: S. A., por Sociedad Anónima.

En español, el uso de abreviaturas suele tener reglas menos rígidas, que el resto de sus componentes; el hablante puede crearse propias, las abreviaturas personales, (cuando se toman apuntes en clase). Y están además, las convencionales, que son las reconocidas y usadas por todos los usuarios.

Abreviaturas personales, sugerencias:

1- A las personales debe suprimírsele un mínimo de dos letras, pero si la palabra es larga deberá ser como mínimo tres letras. -- 2-La abreviatura creada deberá ser rentable, será más adecuada cuanto más habitual y utilizada sea la palabra original. -- 3-La palabra debe ser fácilmente identificable. Ej. es más adecuada blvr., que br. para bulevar.

Abreviaturas convencionales y sus restricciones:

1- No pueden aparecer en cualquier punto de un texto en vez de la palabra original. 2- Su uso debe limitarse a ciertos contextos: listas, fórmulas de tratamiento, saludo o despedida, y referencias o indicaciones escuetas de muy diversa índole.

3- Las de tratamiento solo se usan cuando anteceden al nombre propio: S. Juan Bautista, D. Arturo Pérez Reverte, Sra. González.

4- Nunca se abrevian cuando forman parte de un nombre no referido a persona, como algunos topónimos, debe ser San Andrés, nunca S. Andrés.

Formación: en español existen dos procedimientos para crear las abreviaturas:

1- Por truncamiento (supresión de letras o sílabas al final de la palabra original) estas, siempre terminan en consonante: ej.: ejemplo, fig.: figura. Cuando el truncamiento tiene un dígrafo, este debe respetarse.

2- Por contracción (conservan solo las letras más representativas, para que sea posible identificar el vocablo abreviado) En ellas se conserva la letra inicial y una o varias interiores: admón.: administración, Almte: almirante.

La Academia dice: Algunas siglas se denominan acrónimos, son aquellos que podemos leer como vocablos: AVE (alta velocidad española), OEA (Organización de Estados Americanos).-Siempre que sea posible debemos hispanizar las siglas: leeremos ONU y no UN; OTAN y no Nato.

LAS MÁS LEÍDAS

  • Ministerio Público investiga presunta corrupción en el otorgamiento de trabajo comunitario a La Parce. Leer más
  • Detienen a sujetos vinculados al Tren de Aragua y desactivan minas. Leer más
  • Días feriados y fiestas nacionales en Panamá 2026: Calendario detallado. Leer más
  • Jueza imputa cargos y ordena detención domiciliaria a empresario por presunto peculado en perjuicio de Conades. Leer más
  • Naviferias 2025: el IMA anuncia horarios y lugares del 15 al 19 de diciembre. Leer más
  • Venta de los puertos de CK Hutchison a BlackRock, incluyendo dos en Panamá, entraría en punto muerto, según WSJ. Leer más
  • Grupo Cibest acuerda vender Banistmo en Panamá a Inversiones Cuscatlán. Leer más