Aunque la comercialización de la nueva generación de redes móviles 5G no está prevista hasta 2020, Corea del Sur planea hacer una prueba piloto durante los Juegos Olímpicos de Invierno de Pyeongchang. Los visitantes podrán usar estas nuevas redes accediendo a contenidos en muy alta definición o en realidad virtual.
Los fabricantes surcoreanos, como Samsung, tendrán la oportunidad de probar la infraestructura necesaria para soportar el envío de señales móviles con la potencia y la velocidad necesarias para dar apoyo a operaciones quirúrgicas o la conducción automática. Mientras, las principales compañías y los gobiernos negocian los estándares para que estas redes sean compatibles en todos los países y aparatos.
Las empresas de telecomunicaciones llevan tiempo trabajando en el desarrollo de estas conexiones superrápidas que pueden permitir la descarga de películas en pocos segundos o los coches conectados sin conductor. Para los operadores, el 5G es “un elemento diferencial, especialmente en los mercados en los que el 4G es omnipresente” como Corea del Sur, con una cobertura del 100%, explica Dexter Thillien, analista de telecomunicaciones en BMI.
Sin embargo, ya se fraguan lanzamientos que podrían robarle la posición de pioneros a los surcoreanos. “Veremos despliegues del 5G bastante significativos en Estados Unidos. Los primeros servicios comerciales podrían estar disponibles a finales de año”, señala el experto tecnológico Frederic Pujol, de la consultoría IDATE.
Por ahora se centrarán en el desarrollo de servicios que requieren conexiones de alta velocidad como la televisión en calidad 4K o la realidad virtual. Los expertos creen que para ofrecer estos servicios bastará con mejorar la capacidad del 4G, sin desplegar totalmente la quinta generación de redes.

