Con las cejas levantadas, en señal de que el radiante sol le estaba interrumpiendo su visibilidad, y sentado en un banco artesanal, el joven escultor oriundo de Chitré, provincia de Herrera, Oliver Váldez ofrece detalles de su trabajo creativo.
¿Cuál es su labor? Este joven lleva nueve años trabajando en lo que él ha denominado como “reciclaje en hierro”.
¿En qué consiste? “Sencillo”, subraya, “al menos para mí”. Es que con piezas mecánicas de automóviles, láminas de aluminio y varillas de acero moldea cada una de sus figuras.
Sí, Váldez, de 29 años, hace esculturas de diversa índole con estos materiales: desde caballos, robots y carretas, hasta dinosaurios y a Don Quijote de la Mancha.
Aparte, resalta, con su propuesta le da a todos estos materiales un uso más ecológico. “Es como reciclar... todo el material es reutilizable”.
RUTINA
La faena de Váldez inicia a las 8:00 a.m. y termina a eso de las 3:00 p.m. en el local Matildo´s Arte, en el distrito de Capira.
Confecciona piezas grandes y también pequeñas. “Hago una pequeña y voy avanzando poco a poco las grandes”, dice mientras juega con sus dedos, en señal de nerviosismo.
Su reto durante todos estos años ha sido armar la figura de los caballos. “La anatomía de este animal es muy difícil de definir. Y hay que tener cierto conocimiento para que parezcan reales”, asegura.
A pesar de este nivel de dificultad, o quizás por esa misma razón, la confección de los caballos es lo que más le apasiona.
También confiesa que otro reto es moldear a los Quijotes. “Es que son personajes más chicos y sencillos”, expresa con una sonrisa.
Sobre el precio de cada una de sus piezas, comenta que depende del tamaño y sencillez de cada trabajo.
