Legisladores británicos consideran reemplazar la canción monárquica que se entona como el himno nacional de Inglaterra en eventos deportivos.
God Save the Queen (Dios salve a la reina) es el himno nacional de Gran Bretaña -que incluye a Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte- y se toca en las Olimpiadas y otros eventos donde el Reino Unido es representado por un solo equipo.
En competencias en donde las cuatro regiones son independientes, como en la Copa Mundial de rugby y fútbol, Inglaterra e Irlanda del Norte suelen cantar God Save the Queen, pero Escocia y Gales tienen sus propios himnos: Flower of Scotland y Land of My Fathers, respectivamente.
El legislador del Partido Laborista Toby Perkins dijo que adoptar un himno inglés sería “restablecer la idea de que Reino Unido es una unión de cuatro países independientes con sus propias identidades”.
Perkins le dijo a la Cámara de los Comunes que Jerusalem, considerado el himno oficial de Inglaterra, era la opción más obvia.
El tema, cuyas palabras son del poeta del siglo XVIII William Blake, jura transformar a Inglaterra de los “oscuros molinos satánicos” a “tierra verde y placentera”.
El legislador del tradicionalista Partido Conservador Jacob Rees-Mogg, quien se opone a la moción, dijo que un himno inglés dividiría a Gran Bretaña al motivar los “nacionalismos individuales”. “Qué mayor placer podría existir para un inglés que escuchar su propio himno nacional, un himno nacional para todo el país, para todo el Reino Unido”, dijo.
