Mucho antes de que los superhéroes se apoderaron de la televisión y las salas de cine, sus aventuras ya ocurrían sobre el papel. Para el año 1902 se publicaba en Japón Tagosaku to Mokube no Tokyo Kenbutsu, que es considerado el primer manga (palabra japonesa designada para referirse a las historietas); y durante la época de los años 1970 en Estados Unidos, la editorial Marvel ya estaba posicionada como una de las principales distribuidoras de cómics.
Pero, ¿cómo es el proceso de creación de una historieta? Para Damián García, editor y cofundador de la editorial mexicana Familia Usaka, el primer paso es tener una historia que contar.
“No hay una fórmula mágica para crear una trama exitosa, todo es ensayo y error”, explica García, haciendo la aclaración de que los cómics no tratan únicamente sobre superhéroes o fantasía, sino que abarcan cualquier tipo de tema. Tal es el caso del autor maltés Joe Sacco, el cual en libros como Palestina: en la franja de Gaza (1993) ofrece una mezcla entre cómics y crónica periodística.
“El tema a tocar puede ser variado, pero lo principal es que se entienda lo que está sucediendo”, enfatiza García. “A veces nos llega una buena idea, pero está mal ejecutada, llena de clichés, los diseños de personajes son iguales a otros ya conocidos, y tenemos que rechazarla”.
En cuanto al tema de la creación de personajes, pide tener extremo cuidado y darle la necesaria atención. “El año pasado hicimos un concurso donde recibimos varios antagonistas con la misma descripción, y descubrimos que era influencia de un anime (tipo de animación proveniente de Japón). Hay que dedicarle tiempo a nuestros personajes. No basta solo con hacer un chico genérico de cabello negro y pálido, por ejemplo, se le debe dotar de algo más. Hacerle una historia de fondo”.
Otro dato que compartió, es que tampoco existe una manera específica para crear personajes. “Hay ilustradores que prefieren primero dibujar al personaje, y a partir de allí crearles una historia para después hacer un cómic. Mientras otros primero hacen la historia y luego desarrollan el personaje”.
Una vez que se tengan los puntos tocados anteriormente, vendría el proceso de dibujo. “No necesariamente se debe ser un experto dibujante”, aclara García. “La industria nos ha dado ejemplos muy claros de lo contrario. Por ejemplo, One Punch Man (2009), el manga original es horrible visualmente, pero la historia fue tan poderosa que lo volvieron a redibujar y ahora es el éxito. Y también tienes el otro extremo, donde tienes ilustradores que hacen cómics súper hermosos, detallados, pero cuando lo lees no entiendes nada. Entonces realmente saber dibujar no es garantía de que hagas una buena historia o un buen cómic”.
En cuanto a la diagramación y extensión de las páginas, explica que varía según cada editorial. “La diagramación dependerá de las reglas y bases que te den, y puedes hacer un trabajo de cuatro cuadros o 900 tomos”.
Una vez lista la obra, una opción sería enviarlo a una editorial para su posible aprobación y publicación. En el caso de Familia Usaka, los trabajos pueden ser enviados en formato pdf, con una extensión de entre 40 a 80 páginas, y que todos los detalles de la historieta estén establecidos claramente, incluyendo la extensión a la que se planea hacer la obra.
Otra opción muy popular en la actualidad, es la autopublicación, donde el autor corre con los gastos de impresión, distribución y publicidad.
En este último punto, García es del pensar que una gran ventaja es la libertad que esto le da al artista. “Puedes publicar lo que quieras. pero también es una gran desventaja, porque así como puedes publicar algo muy bueno, sin la guía y opinión de alguien con experiencia en el tema, también corres el riesgo de publicar algo muy malo”.
