El escritor Tom Wolfe, un pionero del llamado Nuevo Periodismo, un movimiento que reflejó el estado de ánimo y la cultura de Estados Unidos durante cinco décadas con libros como La hoguera de las vanidades o Elegidos para la gloria, murió a los 87 años, dijo ayer martes su agente.
Wolfe murió el lunes por una infección no especificada en un hospital de la ciudad de Nueva York, dijo su agente, LynnNesbit, en una entrevista telefónica.
“Estamos increíblemente apenados de enterarnos de la muerte de Tom Wolfe . Era uno de los grandes y sus palabras vivirán para siempre”, indicó la editorial Picador, parte de la empresa MacmillanPublishers.
Nacido en Richmond (Virginia), pero residente en Nueva York desde que comenzó a trabajar en The New York Herald Tribune en 1962, escribió innumerables artículos y ensayos.
Las obras de Wolfe, tanto de ficción como de no ficción, abarcó temas que van desde el mundo del arte hasta Wall Street y la cultura hippie de los años 60, y abordaron temas como el poder, el racismo, la corrupción y el sexo.
“Creo que cada momento de la vida de un ser humano, a menos que la persona se muera de hambre o esté en peligro inmediato de muerte de alguna otra manera, está controlada por una preocupación por el estatus”, dijo Wolfe alguna vez en una entrevista en el diario The Wall Street Journal.
Wolfe, que acuñó frases emblemáticas como radical chic para referirse a los liberales pretenciosos, nunca se desanimó por el hecho de que su apariencia a menudo no encajaba con sus temas de investigación, en parte porque era un dandi conocido por sus trajes blancos.
El periodista, que tenía 70 y tantos años cuando salía con universitarios para escribir su novela Soy Charlotte Simmons, era una persona bastante conservadora, que no consumía drogas y se vestía de chaqueta y corbata mientras viajaba con escritores como Ken Kesey y su movimiento hippie Merry Pranksters para su libro Ponche de ácido lisérgico.

