El rompecabezas de la historia tiene una pieza capaz de sobrevivir a la muerte. Además, puede ser generada por cualquier individuo. Esa pieza es silente, pero tiene mucho que decir. Es la fotografía.
“Una fotografía nos puede dar mil pistas acerca de cómo vivíamos, pensábamos y funcionábamos como individuos y como sociedad”, asegura la crítica de arte Adrianne Samos, expositora de esta tarde en la jornada Hablemos de Patrimonio.
Hoy jueves, Samos hablará sobre “Cómo leer la imagen fotográfica, lo que dice y lo que esconde”, en el conversatorio que tendrá lugar en la Casa Museo Endara a partir de las 6:30 p.m.
“La Casa Museo Endara, en donde se realiza la jornada, es uno de los pocos estudios [fotográficos] que se conservan originalmente”, afirma, por su parte, el coleccionista Mario Lewis, también expositor en el evento.
Durante la exposición, Lewis se concentrará en la “Historia de la fotografía en Panamá, un breve recorrido, 1839-1940”.
“Las fotos son testimonios de la historia”, expresa Lewis, quien comenzará con un breve recorrido, que va desde los fotógrafos de 1839 hasta llegar a los fotógrafos de prensa en 1940.
Para el productor de video y fotografía Maximiliano Tejada, moderador del conversatorio, conocer el patrimonio documental es importante, porque describe lo que era antes, lo que es hoy y lo que en un futuro será pasado.
“Una fotografía que tomes tú y en la que aparece un familiar tuyo, se convierte parte de tu patrimonio porque es parte de tu historia (...). En el caso de un país, las imágenes de diferentes cosas o personas nos permiten ir armando el rompecabezas de la historia”, explica.
No es sencillo descifrar las imágenes. “Hay que aceptar que por más que tratemos de entender las fotografías antiguas para volver a conectarlas al tejido histórico del que fueron salvadas (pero a la vez removidas) por el fotógrafo, seguirán siendo piezas aisladas de un enorme rompecabezas que jamás lograremos reconstruir del todo”, reflexiona Samos.
