La 20th Century Fox tiene problemas de sucesión con los mutantes.
Con el debut de Logan esta semana, el público se despide de Hugh Jackman como Wolverine, el popular personaje con traje metalizado de Marvel Comics en la serie de superhéroes X-Men de $4 mil millones de 21st Century Fox Inc., propiedad de Rupert Murdoch.
Patrick Stewart, que interpretó desde el año 2000 al líder del equipo de mutantes Charles Xavier, también dijo que será su última interpretación de ese papel.
La serie X-Men es la principal franquicia de Fox y produce sus mejores ventas de taquilla. El estudio demostró el potencial obteniendo el año pasado un nuevo éxito a partir de Deadpool, un personaje prácticamente desconocido. Pero Fox quedó detrás de Disney, Universal y Warner Bros. en ventas de entradas en los dos últimos años, y X-Men: Apocalipsis, estrenada en mayo, decepcionó.
Fox se ha movido de forma errática en el intento de dar nueva fuerza a una franquicia envejecida en un campo más competitivo para alcanzar éxitos de taquilla.
Logan confiará en Jackman, que interpretó a Wolverine durante 17 años, para lanzar a X-Men a un futuro exitoso sin él. La crítica ha elogiado su última actuación y el estudio es tan optimista que está incrementando el desarrollo de películas Marvel. “Es lo más grande que hemos hecho hasta ahora”, dijo Stacey Snider, ejecutiva cinematográfica de Universal y DreamWorks, que pasó a ser única responsable del estudio Fox en septiembre.
