Las autoridades ambientales peruanas han convertido en radares volantes a los gallinazos, las carroñeras aves emblemáticas de Lima, en una ingeniosa campaña contra la contaminación que busca interactuar con la población para acabar con los basurales informales de la capital.
“Gallinazo avisa” es la campaña interactiva que el Ministerio del Ambiente ha puesto en marcha y que durante tres meses, hasta fines de marzo, tendrá a una decena de gallinazos sobrevolando los cielos limeños equipados con sistema de posicionamiento global (GPS) y cámaras GoPro para ubicar y fotografiar basurales informales.
“El objetivo es sensibilizar a la gente y a las autoridades locales en que el tema de la basura no está aún resuelto. Para ello recurrimos a 10 gallinazos con GPS que se transforman en radares y permiten ubicar focos de contaminación ambiental”, dijo Javier Hernández, uno de los responsables del proyecto y coordinador de Residuos Sólidos en el Ministerio del Ambiente.
La campaña arrancó el 22 de diciembre, seguirá hasta el final del verano en Lima y se financia con fondos de la agencia de cooperación de Estados Unidos (Usaid), precisa Hernández sin detallar montos.
“En Lima, en promedio, cada habitante genera 610 gramos por día de basura, si lo multiplicamos por los casi 10 millones de habitantes de la capital estamos hablando de 6 mil toneladas diarias de residuos”, advierte el funcionario.
Según esas cifras, Lima produce al mes unas 180 mil toneladas de basura y anualmente 2.1 millones de toneladas.

