El planeta más parecido a la Tierra descubierto hasta ahora se encuentra a 600 millones de años luz, orbitando alrededor de una estrella similar al Sol, lo que supone un hallazgo clave en la permanente búsqueda de vida más allá de nuestro planeta, según los científicos.
El planeta, bautizado como Kepler-22b, se une a una lista de más de 500 planetas que orbitan alrededor de estrellas más allá del sistema solar.
Es el más pequeño y el mejor situado para tener agua líquida en su superficie, uno de los factores decisivos para la vida en la Tierra.
“Nos estamos concentrando en los auténticos planetas habitables y de un tamaño similar a la Tierra”, dijo la astrónoma de la Universidad de San José Natalie Batalha, número dos del equipo científico del Telescopio Espacial Kepler de la NASA, que descubrió la estrella.
El telescopio, que fue inaugurado hace tres años, estudia unas 150 mil estrellas en las constelaciones Cisne y Lira en búsqueda de cambios de luminosidad provocados por el paso de planetas en su órbita, respecto a la línea de visión de Kepler.
Los resultados se extrapolarán para determinar el porcentaje de estrellas en la Vía Láctea que acoge planetas potencialmente habitables y del tamaño de la Tierra.
“Este es el primer hallazgo de un mundo potencialmente habitable que orbita una estrella similar al Sol”, dijeron los científicos sobre un descubrimiento que se va a publicar en The Astrophysical Journal. Los planetas que se encuentran a aproximadamente la misma distancia de sus estrellas que la Tierra del Sol tardan alrededor de un año en completar la órbita.
Kepler-22b está a 600 millones de años luz. Un año luz es la distancia a la que la luz viaja en un año, unos 10 mil billones de kilómetros.