Había una vez dos niñas que crecieron escuchando historias fantásticas sobre mujeres increíbles. Mujeres, que, como cuenta la italiana Francesca Cavallo, rompieron la barrera de lo que la sociedad le impuso a su género.
Ahora de adultas, Cavallo, junto con su compañera, la también italiana Elena Favilli, decidieron recolectar todas esas historias, y crear su propio libro de hadas, al que titularon Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes; en el que las princesas son las que derrotan a sus enemigos y no dependen de ningún príncipe azul para seguir adelante.
Un total de 100 biografías cortas de mujeres de todas partes del mundo y épocas conforman este libro relatado en formato de cuentos e ilustrado por artistas femeninas actuales.
“Queríamos encontrar mujeres de todos los rincones, incluso de países que usualmente no están presentes en nuestros medios, como India, China, Arabia Saudita o Gana. Nuestro principal criterio es que queríamos encontrar mujeres que se destacaran en todas las profesiones, en el arte, la ciencia, literatura, deportes y más”, cuenta Cavallo en una entrevista telefónica.
El libro lo conforman figuras como la pintora mexicana Frida Kahlo, la bailarina cubana Alicia Alonso o la alemana María Sibylla Merian, la cual en el siglo XVII descubrió la metamorfosis de las mariposas y por quien Cavallo siente particular admiración.
“Me gusta especialmente porque era una artista que decidió dejar su vida en Alemania para adentrarse a la selva de Surinam y hacer este gran descubrimiento científico, que al inicio fue puesto en duda, ya que en esos tiempos la gente solía creer que las mariposas venían del lodo y no de capullos”.
A su consideración, el libro es un gran aporte, ya que todas estas historias muestran la importancia de trabajar, ir al colegio, de ser paciente. Enseñan que las mujeres han hecho cosas maravillosas y han ayudado a la sociedad en igual medida que los hombres, aunque no siempre se les ha reconocido el mérito. “No hay que matar las posibilidades de las niñas de poder hacer lo que ellas quieran porque sería una gran pérdida para la sociedad” apunta.
Cavallo comenta que otra característica que querían incluir en el libro era el de integrar mujeres contemporáneas para crear un vínculo de cercanía con las niñas que leyeran el libro.
“Queríamos que entendieran que estas mujeres no viven tan lejos de ellas y que están alrededor suyo. Pueden ser sus vecinas, sus amigas. Son personas como ellas, mujeres como ellas; por lo tanto, ellas también pueden cambiar el mundo. Las niñas que leen el libro pueden ser chicas rebeldes; pueden ser lo que se propongan”.
En ese punto aclara que los chicos también son bienvenidos a leer el libro y que han recibido mensajes de padres que se lo han leído a sus hijos y a ellos también les ha gustado.
“En la mayoría de los cuentos para niños, inclusive hoy día, los personajes femeninos son secundarios, chicas que necesitan de un héroe, que casi siempre es un hombre. Entonces es muy raro encontrar libros en los que las mujeres son protagonistas”, acota.
“Hay que enseñarle a los niños que de vez en cuando ellos pueden aprender y experimentar, aunque no sean el personaje principal de la historia. Nosotras crecimos rodeadas de libros en los que los varones eran los protagonistas, siempre tratando de simpatizar con personajes como el inspector Gadget, Sherlock Holmes o Pinocho. ¿Por qué las niñas no pueden esperar lo mismo por parte de los varones?”, cuestiona.
En cuanto a las artistas que ilustran el libro, las buscaron en redes sociales como Tumblr, Instagram, Facebook, ya que querían artistas emergentes en estos tiempos. “Por lo general, las mujeres son representadas de la misma manera, así que pensamos que era importante mostrar que cada mujer es única, y es por eso que incluimos artistas con diferentes estilos”.
Otro aspecto que destaca del libro es el elemento de sorpresa. “Hay historias de mujeres que tal vez no conozcas, pero sabes sobre un invento o descubrimiento suyo y no sabías quién lo había hecho. Y creo que eso es lo que hace que esta lectura sea tan emocionante”, explica.
Al final del libro hay un espacio en blanco para que cada niña escriba su propia historia.
