En nuestra lengua hay palabras que, aunque tengan un mismo origen, en la actualidad no significan lo mismo o se emplean de manera distinta según el contexto en el que se ubiquen.
Igualmente, otras que, por el uso tradicional, se emplean indistintamente.
Leamos con atención los siguientes ejemplos: “Ha puesto a bailar a todos, inclusive a presidentes”, “Ha puesto a bailar a todos, incluso a presidentes”.
En el Diccionario académico se muestra que incluso e inclusive provienen del latín inclusus y están definidas así:
Incluso 1. adj. Contenido dentro de una cosa, o que está implícito en ella.
2. adv. m. Con inclusión, inclusivamente.
3. prep. Hasta, aun. Incluso a los enemigos amó. U. t. c. conj.
Inclusive 1. adv. m. Incluyendo el último objeto nombrado.
Según las definiciones expuestas, el término inclusive está mal empleado en el primer texto, pues el sustantivo presidentes no ha sido nombrado anteriormente.
Se ha considerado inclusive como sinónimo de incluso.
En ese sentido, está correcto el uso siguiente: “En la primera [sección] de la lista, como usted ve, figuran los comprendidos entre los números 1 y 999, ambos inclusive”.
No obstante, el Diccionario panhispánico de dudas aclara que inclusive “comenzó a emplearse también con el mismo valor de adición enfática que el adverbio incluso”, usanza que no debe rechazarse, ya que se ha registrado su utilización en escritores de prestigio: “En otros tiempos, el coeficiente social de cada hombre era cosa inequívoca que adquiría, inclusive, plástica evidencia en el uniforme adscrito a cada clase y oficio”. (Ortega, Diálogo).
La Academia dice:
¡Aclaremos nuestras dudas! Es importarte la lectura y la consulta constante sobre la ortografía y la gramática del español, ya que la lengua es una actividad dinámica, cambiante.