Tras una prórroga legal de dos años, ayer se “jubilaron” los últimos 90 caballos y burros censados que trabajaban en vehículos de tracción animal o “zorras” en Bogotá, ya que a partir del 1 de enero los que aún recorran las calles de la capital colombiana serán decomisados, informó la Alcaldía.
La Secretaría de Movilidad Distrital informó que la entrega de los animales se hizo ayer en la Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales, entidad encargada de cuidar a los animales hasta que sean adoptados.
El decreto 1666 de 2010 fijaba la fecha del 31 de enero de 2012 como el límite para que los grandes municipios colombianos buscaran alternativas a las carretas, pero la capital del país ha tardado casi dos años en poder implementar esta norma.
En pleno siglo XXI, Bogotá, ciudad con unos ocho millones de habitantes, un gran tráfico de vehículos e inmersa en un proceso de modernización, era una de las últimas capitales latinoamericanas en la que era habitual la convivencia de conductores y peatones con vehículos de tracción animal.
Hace dos años había 2 mil 500 “zorras” que recorrían la urbe de Bogotá.
