Para el compositor de La La Land, Justin Hurwitz, ha sido un largo y laborioso camino desde que soñó con el musical con su viejo compañero de cuarto Damien Chazelle hace seis años en la universidad, hasta que ambos se convirtieron en los héroes de esta temporada de premios.
Su pegajosa música y canciones también se abrieron camino, superando ofertas de artistas tan reconocidos como Justin Timberlake y Lin Manuel-Miranda.
En los últimos dos meses, Hurwitz ha recibido un puñado de premios de la crítica, un Bafta y dos Globos de Oro a la mejor música y canción original (City of Stars), y cuenta con tres nominaciones al Óscar — una por la música de la cinta y dos a mejor canción, por The Fools Who Dream y City of Stars.
Sabe que se trata de un momento para un compositor. “Normalmente, el compositor no llega hasta más tarde, cuando la película ya está terminada. No sentimos que la música temporal funcionaría en esta cinta, porque el lenguaje de la música era muy importante para hacer que todo en conjunto fluyera, así que tuve una oficina al lado de la sala de edición donde Damien y (el editor) Tom Cross estuvieron trabajando por ocho meses. Todos los días me daban escenas y yo les daba la música y ellos ajustaban las escenas para que encajaran con la música y yo ajustaba la música para que encajara con las escenas. La película y la partitura fueron evolucionando juntas. También hubo algunas situaciones realmente raras en las que yo toqué el piano mientras filmaban, como en la escena en que Mia (Emma Stone) está en el restaurante con su novio y su hermano”.

