A la capital inglesa le rodea cierto encanto y romance, sobre todo cuando se acerca el invierno, pero Londres vuelve a cobrar vida cuando se avecina la primavera.
Después de meses de estar hibernando, se nota que con la llegada de la primavera a la ciudad lluviosa, se respiran otros aires. A medida que suben las temperaturas y los días se hacen más largos, la mayoría de los eventos pasa de espacios cerrados a lugares públicos.
Probablemente parezca una jungla de concreto, pero Londres es una de las ciudades ‘más verdes’ del mundo. El narciso es la flor favorita de los ingleses, que indica el cambio de temporada.
Transporte
Depende mucho de cómo amanece el día, si está soleado, aproveche y alquile unas bicicletas o camine. Pasear por uno de los puentes que atraviesa el Támesis y absorber la belleza de las vistas que tiene a su alrededor es sobrecogedor. Si prefiere usar el transporte público, hay paradas por toda la ciudad.
Hay muchas giras a pie que duran una hora y media. Formar parte de la historia inglesa y descubrir quién fue Jack the Ripper y Sherlock Holmes cuando está cayendo la noche, le añade un grado de misterio a su viaje.
Mercados
Paseando, puede encontrarse en callejones desconocidos que no están marcados en el mapa, como el de Leadenhall con su encanto típico inglés.
El carnicero, el pulidor de zapatos, el bar de café gourmet, artesanos de chocolate, de quesos, e incluso los floristeros, conviviendo bajo un solo techo, compartiendo espacios y mesas.
Centro de Londres
En el centro de la ciudad todo está bastante cerca. La torre de Big Ben, el Parlamento, la iglesia de Santa Margaret y Westminster Abbey están a pasos de distancia. Si sigue su trayecto a pie se encontrará con la casa del primer ministro en Downing Street. Unos metros más está el Horse Guard Parade, donde dos soldados a caballo guardan la entrada y ofrecen la posibilidad de tomarse fotos de cerca. Si lo atraviesa, se topa con el parque St. James. Al entrar, verá a varias personas haciendo ejercicios, dándoles de comer a gansos y patos, muchos haciendo picnic en su hora de almuerzo y otros tantos turistas apreciando las flores perfectamente plantadas con caminos de colores brillantes que llaman la atención.
Ubicado entre Oxford y Picadilly, es delicioso pasear por Bond Street, una calle llena de casas de moda, galerías de arte, joyerías y más lujo. Burberry, Sotheby’s y Halcyon Gallery son algunos de los preferidos por sibaritas en el ámbito mundial.
Si tiene tiempo de visitar una de las tantas galerías y museos que ofrece la capital inglesa, no dude en hacerlo. El British Museum ofrece más de 13 mil objetos originales, como la piedra Rosetta y la Copa de Santa Inés.
¡Guarde a la Reina!
No es un viaje a Londres, si no visita el palacio de Buckingham. Si puede esperar para ver el cambio de guardia, vale la pena observar cómo marchan los soldados. Un dato curioso para saber si la reina está en el palacio es notar qué bandera está alzada. Si es el estandarte real, ella no está en su residencia. Si es la bandera real la que está izada, entonces sí se encuentra en el palacio.













