Con frecuencia, los panameños no distinguen entre las infecciones respiratorias agudas: un resfriado, una gripe o influenza, y la dolencia conocida como la “rompehuesos”.
Y así lo admiten en un sondeo no científico, realizado por prensa.com, al responder a la pregunta: ¿Entiende usted la diferencia entre tener resfriado, gripe, influenza y rompehuesos? El 60% de los consultados respondió que no y 40% dijo que sí.
Explica Bruno Hammerschlag, médico neumólogo, que el resfriado y la influenza, aunque tienen síntomas similares, no guardan relación alguna. “Son dos entidades totalmente distintas, producidas por familias de virus diferentes”.
Por su parte, Xavier Sáez-Llorens, jefe de infectología del Hospital del Niño, amplía que el resfriado o catarro es el más común, y es producido por una gran variedad de virus respiratorios. Sus síntomas son leves e incluyen: tos, congestión nasal, estornudos y leve malestar general, y la fiebre está ausente o es de bajo grado.
Mientras que la gripe o influenza, causada por el virus de influenza, es más severa, con fiebre elevada, dolores musculares, escalofríos, tos, estornudos, dificultad para respirar e intenso malestar general.
Otro término muy utilizado por la época es el tradicional “rompehuesos”, que indica el especialista se refiere al dengue, el asunto es que se le puede relacionar o confundir con influenza, pues ambos pueden producir síntomas parecidos como son los dolores osteomusculares.
Complicaciones
Dice Sáez-Llorens que las complicaciones por una influenza son relativamente frecuentes, y se habla de una condición severa cuando aparecen casos de sinusitis, neumonía e infección bacteriana secundaria (sepsis).
Advierte que cada año ocurren muertes por estas condiciones, aunque “usualmente se escribe como diagnóstico de muerte neumonía o sepsis, ya sea porque no se han hecho las pruebas diagnósticas para detectar el virus de influenza o porque se piensa que el virus fue solo un factor asociado a la mortalidad, pero no su causa directa”.
Señala que aunque la muerte puede sobrevenir en personas previamente sanas, es muy raro, “a menos que se trate de una pandemia con una mutante viral nueva”.
La mayoría que fallece es porque tiene una enfermedad de fondo o se encuentra entre los grupos de mayor riesgo: niños pequeños, ancianos o personas con asma, patología crónica e inmunosupresión (inhibición de uno o más componentes del sistema inmunitario).
Según datos del Ministerio de Salud, en el año 2009 se registraron 454 defunciones por enfermedades crónicas de las vías respiratorias inferiores y 850, por otras enfermedades relacionadas con el sistema respiratorio.

