A la psiquiatra infantojuvenil Alexia Rattazzi, de nacionalidad argentina, le invadió la curiosidad por estudiar el espectro autista, un trastorno neurobiológico que dificulta las habilidades comunicativas y sociales, que afecta a uno de cada 88 niños en Estados Unidos, según datos de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades.
Dado el interés de la doctora Rattazzi, quien encontró rasgos de autismo en familiares, se animó a fundar en su país el Programa Argentino para Niños, Adolescentes y Adultos con Condiciones del Espectro Autista (Panaacea), el cual preside desde 2011.
Rattazzi es, además, la traductora oficial al castellano de la herramienta 3DI (Entrevista del Desarrollo, Diagnóstica y Dimensional), un instrumento diagnóstico de los trastornos del espectro autista, creado por los médicos David Skuse y Richard Warrington, en Reino Unido, que consiste en realizarle una entrevista computadorizada a padres con el objetivo de hacer un mejor diagnóstico.
¿Cómo describe el autismo?
El autismo es una condición que afecta el desarrollo temprano del cerebro, tanto estructural como funcionalmente. Las personas con autismo se caracterizan por sufrir alteraciones en la interacción social recíproca, en la comunicación verbal y no verbal, y poseen un patrón restringido y repetitivo de conductas e intereses.
¿Cuál es su prevalencia en América Latina?
Lamentablemente, escasean los datos de prevalencia en países en vías de desarrollo, incluyendo América Latina. Estimamos que la cifra se encuentra alrededor del 1% de la población, como las cifras de Estados Unidos.
¿Qué lo causa?
Se desconocen las causas del autismo. Los científicos se debaten entre causas genéticas y ambientales, que pueden incidir en el neurodesarrollo y provocar un síndrome autista. Entre las hipótesis de causas ambientales se encuentran factores nutricionales, metales pesados, contaminantes, vacunas, pautas de crianza, el estrés, la tecnología, la alta incidencia de cesáreas, etc. Aunque sus causas se desconocen, afectan lo más humano de lo humano.
¿Cuáles son sus signos más comunes?
Entre los signos tempranos más comunes está que el bebé no sonría a los dos o tres meses de vida cuando uno lo mira a los ojos sonriendo; no se ría a carcajadas a los cuatro o cinco meses de vida; que a partir de los seis meses no exprese alegría con gestos y gritos; que no responda cuando lo llaman por su nombre a los 10 meses; que antes del año no señale para demostrar interés en algo, o que no diga las primeras palabras antes de los dos años.
El autismo no tiene cura, pero el diagnóstico temprano es crucial.
La clave es la detección temprana, ya que permite una intervención temprana, que a su vez, aprovechando el potencial neuroplástico que tiene el cerebro en los primeros cinco años, posibilita que se modifiquen las trayectorias de desarrollo cerebral en un niño.
Métodos diagnósticos existentes.
El patrón oro para diagnosticar el autismo es la combinación de una entrevista a padres con una herramienta de observación del niño. El 3Di usa el potencial de la computadora para realizar la entrevista, lo que permite navegar flexiblemente por la entrevista, así como adecuar las preguntas, registrar los datos sin utilizar papel, y contar con más de mil variables para la investigación que son exportables a programas estadísticos.
¿Cuál es la meta de Panaacea?
Panaacea es una asociación civil sin fines de lucro, fundada en Argentina por un grupo de colegas que se dedican a la atención de las personas con trastornos del espectro autista. En estos meses, los esfuerzos han sido tendientes a la toma de conciencia sobre el autismo, brindar información a través de www.panaacea.org, realizar jornadas de capacitación y proveer asistencia a las familias que lo requieren.
¿Qué aspectos debe tomar en cuenta la sociedad civil sobre las personas con autismo?
Es recomendable que aquellos que estén en contacto con personas que tienen autismo sean pacientes, amables, que usen la expresividad gestual, y que hablen de manera concisa. Es importante respetar los momentos en que necesitan estar a solas. A las personas con autismo hay que transmitirles que el mundo compartido con otros puede ser disfrutable, y que los aceptamos tal cual son.
