El Carnaval es un evento de alegría, esplendor y desenfreno que no solo ocurre en ciudades ya emblemáticas como Las Tablas o Chitré, sino que también está presente en empresas privadas, entidades gubernamentales, escuelas y asilos.
Es una tradición en la que es típica la rivalidad y los ataques entre la soberana de la Calle Arriba con la de Calle Abajo y viceversa.
¿Todo es donaire para esas bellas damas con reveladores y brillantes vestuarios? ¿El suyo es solo un acto que resalta las costumbres de un pueblo o es un negocio más entre elaborados carros alegóricos?
Ana Endara Mislov se adentra en esa realidad que paraliza a Panamá en su documental Reinas, que se estrena este viernes 31 de enero en seis salas del istmo.
“Reinas es para algunos graciosa, para otros es inquietante y para otros las dos a la vez. Hay varias lecturas posibles”, considera la cineasta, que trató de paso este tema en su anterior documental: Curundú.
“El público con quien mejor conversa este documental es con los panameños. Es una película que nos habla a nosotros, sobre quiénes somos. Es sobre Panamá”, resalta esta artista que advierte que Reinas no es un largometraje histórico ni un estudio antropológico, sino “un viaje sensorial por distintos reinados”.
