“¿Estáis todos conectados?”. En el auditorio de la Orquesta Nacional de Lille, Francia, el director de orquesta le pide a los espectadores que enciendan sus celulares para poder interactuar con La consagración de la primavera de Stravinsky.
Tras haber dirigido el Bolero de Ravel, en un formato muy clásico, Alexandre Bloch, un joven director de orquesta de 32 años, que se presenta como un geek (un loco de las nuevas tecnologías), anima a los mil 400 espectadores a abrir la aplicación Smartphony, especialmente concebida para el concierto. “¿Acaso ustedes habían soñado con ser un día directores de orquesta?”, pregunta el director a un público formado en gran parte por jóvenes.
A continuación, se encadenan una serie de pequeños juegos para que los espectadores se sumerjan en la obra de Igor Stravinsky.
Un medidor, proyectado en una pantalla gigante por encima de los 105 músicos, pasa de “largo” a “prestissimo”, obligando a Alexandre Bloch a frenar y a acelerar a golpe de baqueta.
Un último juego, inspirado en el Guitar Hero, hace disfrutar, sobre todo, a los más jóvenes. Tras esta sesión de juegos de alrededor de una hora, llega el intermedio, que los espectadores aprovechan para intercambiar impresiones, antes de escuchar la misma pieza pero de forma clásica.