Al llenar formularios, en los espacios asignados a edad, nombre, apellido no suele haber dudas; pero en el área correspondiente a nacionalidad, a veces sí las hay. No obstante, no debería ser así: al llenar el espacio de nacionalidad, sin vacilación, apliquemos la regla de concordancia de género y de número, que se establece entre el sustantivo y sus determinantes (el, la, un, una o los, las, unas, bonito, fea, atractivos...).
Veamos: nacionalidad es un sustantivo abstracto de género femenino, por lo tanto sus modificadores serán siempre en femenino y cuando el sustantivo vaya en plural, estos concordantes se adaptarán. Así, la nacionalidad siempre irá en femenino: panameña, colombiana, española, haitiana; excepto en los casos en los que el adjetivo sea invariable como estadounidense, belga, iraní, canadiense...
Y los varones no deben dudar. La concordancia del sustantivo y del adjetivo es de género gramatical. Nada tiene que ver con el sexo del individuo. Aunque se trate de un ciudadano varón, su nacionalidad es panameña.
Y sobre el tema, acerca del género del determinante que se le debe aplicar al sustantivo propio Panamá. Felipe R. Montero, en su libro El género y el número de los sustantivos, apunta: “En los nombres propios de ciudades y países se usan como femeninos los que terminan en –a átona: la Córdoba jesuítica, la antigua Barcelona, la Colombia de Bolívar”.
Si acaban en –a tónica, los nombres de los países se consideran masculinos y sus modificadores en género lo serán: Nuestro inolvidable Panamá... El bello Canadá que conocí.
Pero, añade, que los nombres de las ciudades suelen ser femeninos: La Bogotá actual.
En nuestro caso, tal vez porque tanto la ciudad capital como el país se llaman Panamá, ese criterio no se cumple e indiscriminadamente usamos el masculino o el femenino para el nombre Panamá.
Ejemplos:
“Panamá querida, /¡Oh permite que yo muera en tu regazo;
/tuya será mi vida./ Sigue siendo libre y bella, Panamá! (E. Maduro, Marcha Panamá).
“...el mayor daño se le hizo a este centro financiero de este querido Panamá”. (Luthi. Banca Privada en un centro financiero exitoso).
La Academia dice:
La nacionalidad siempre es panameña, rusa, japonesa, boliviana, se cumple con la concordancia gramatical. Nada tiene que ver con el sexo del individuo.
