La literatura infantil panameña tiene sus propias obras tipo El Principito, que se pueden disfrutar aunque los años de juventud hayan pasado.
Tradicionalistas
La escritora Maribel Wang, ganadora en 2013 del Concurso Nacional de Literatura Infantil Hersilia Ramos de Argote, pone en alto la selección de leyendas y tradiciones Narraciones Panameñas, de la autora Berta María Cabezas. “No podría ser la misma sin haberlo leído”, dice, al tiempo que menciona los relatos folcloristas que conoció cuando cursaba el quinto grado y aún le siguen fascinando: El Árbol Viejo, La niña encantada del Salto del Pilón, El penitente de la otra vida, El gallo Vicente, Bueno culantro, pero no tanto y El chorro de Las Mozas.
Otro texto con diversas recopilaciones vernaculares es Quiero Aprender, de Rubén Darío Carles.
El sociólogo Raúl Leis es otro de los escritores sobresalientes, según el grupo de expertos consultados, por su obra El niño y la bomba.
Teatro
Irene Delgado, presidenta de la Academia Panameña de Literatura Infantil y Juvenil, añade tres obras emblemáticas creadas para teatro por Rogelio Sinán: La Cucarachita Mandinga, Chiquilinga y Lobo go home.
Si un adulto vuelve a leer estas obras puede lograr una comprensión más amplia por “sus metáforas o analogías” que un lector joven o infantil, compara Delgado.
Poesía
En la poesía, apuntalan los versos escritos por la docente Hersilia Ramos de Argote. Uno de los más enternecedores, según Wang, aunque de corta extensión es Mis deditos.
Crece y camina, un libro de poesía de Esther María Osses, es recomendado por la escritora Consuelo Tomás, porque “rompe la tradición en lo que a poesía infantil se refiere”.
Novelas
El cuentacuentos Carlos Fong escoge como favorita entre las novelas la obra de Carlos F. Chang Marín Las Gracias y las Desgracias de Chico Perico. Delgado coincide, y relata que la temática está centrada en las peripecias de un niño de campo que llega a la ciudad.
Inserta en esta categoría a la escritora Madelag (Emelia Manuela Alemán Zubieta), con su novela La casa cuenta su historia, en la que aborda cómo era la ciudad en el arrabal santanero.
Cantos y juegos
Revivir el espíritu de niño podría ser posible con el canto Machín Canda’o de Lil Marie Herrera. ¿Cómo no sentirse tentado a jugar y cantar con nuestros hijos y nietos?, se pregunta Delgado.
