Los golpes que da la vida pueden ser la razón para quedarse parado, pero los más osados hacen caso omiso de los problemas y a otra cosa mariposa.
La cantautora Natalia Lafourcade, así como sus padres, los músicos Gastón Lafourcade y de Maricarmen Silva Zurita, son de los que no se detienen, aunque los reveses opinen lo contrario.
Por ejemplo, un accidente que sufrió en el campo pudo ser el motivo para que no se volviera a poner de pie, pero tanto los suyos como esta mexicana no se dejaron, al punto de que está convencida de que aquel suceso colaboró a que hoy sea una artista exitosa.
Ella es terca, desde chica, por lo que le cuesta hacerle caso a los adultos, dijo en Medellín, ciudad colombiana, que visitó como invitada especial del Festival Gabriel García Márquez, que terminó el domingo pasado.
Lo comenta porque de niña, en vez de ir a almorzar con sus padres, como había sido la orden que le dieron, se fue a escondidas con una amiguita a montar a caballo.
Cuando intentaba subirse al animal, este se puso nervioso al no conocerla y en un segundo cambió su temperamento: la golpeó en la cara con tal fuerza, que la dejó inconsciente por varios minutos y con una cicatriz permanente en su rostro.

