Un grupo de defensa de los derechos de los animales quiere convertir la casa de Pensilvania que apareció en la película The Silence of the Lambs en un museo empático, donde los visitantes podrán ponerse las pieles de animales abatidos y maltratados.
El grupo People for the Ethical Treatment of Animals (Personas por el Trato Ético de los Animales) dijo en un comunicado que se ha puesto en contacto con el agente inmobiliario que gestiona la venta y pretende crear un museo. El edificio era la residencia del asesino psicópata Buffalo Bill en la película de 1991.
PETA dijo que al ponerse las pieles de los animales la gente recordará que estos también “están hechos de carne, sangre y huesos”.
Scott y Barbara Lloyd pusieron la casa a la venta el pasado verano. Está ubicada a unos 45 kilómetros (28 millas) al sureste de Pittsburgh. El precio de venta bajó de $300 mil a $250 mil a principios de este mes.