Una nueva intriga rocambolesca y delirante de Brian de Palma, Passion, protagonizada por Rachel McAdams y Noomi Rapace, ha sido la encargada de cerrar la competición por el León de Oro junto con la inolvidable cinta italiana Un giorno speciale, comedia dramática de Francesca Comencini.
“Esta historia se sustenta sobre dos escenas clave apoyadas por la interacción de dos actrices que dan sustrato emocional a la película”, ha añadido el director de Carrie y The Untouchables de Eliot Ness.
Nueva versión de la cinta francesa Crime damour, de Alain Corneau, y con la fotografía del español José Luis Alcaine, Passion cuenta la competición sin reglas que, tanto en el terreno emocional como en el profesional, se marcan dos atractivas mujeres (McAdams y Rapace) hasta acabar, como tiene que ser en estos casos, como el rosario de la aurora.
El gran tanto a favor de Passion es que, teniendo en cuenta que sus personajes, sin excepción, están locos de atar, todo puede esperarse de ellos y el filme se convierte en un divertido carnaval, sorprendente por su tendencia impúdica al disparate y el exceso.
“Para mí, este personaje fue muy difícil porque siempre busco entenderlos y ella está mental y emocionalmente perturbada”, ha explicado Rapace, quien no considera que las protagonistas sean lesbianas, sino que “utilizan el sexo como un arma que se arrojan entre ellas”.
A lo largo de Passion es inevitable encontrar guiños al maestro del suspenso, a quien había homenajeado ampliamente en otras películas como Fascinación y Doble cuerpo.
