AMBIENTE. El aumento de los ataques de gaviotas a ballenas en el santuario ballenero argentino de península Valdés ha provocado que el gobierno de la sureña provincia de Chubut inicie un plan, que incluye medidas como disparar a las aves.
En las costas de Chubut, que cada primavera reciben a la ballena franca austral para reproducirse, empieza a ser habitual ver bandadas de gaviotas picando la piel de los cetáceos para llegar a su capa de grasa.
“Cuando uno está en el lugar, puede ver una madre con crías y cuatro o cinco gaviotas alrededor que atacan de forma simultánea, llegan a meter todo el pico y atraviesan la dermis”, describe Guillermo Caille, de la ONG Patagonia Natural.
Expertos explican este comportamiento por el incremento de la población de la gaviota “cocinera”, especie llamada “ave oportunista”.
