El científico británico-estadounidense John O´Keefe y el matrimonio noruego de Edvard Moser y May-Britt Moser ganaron ayer lunes el premio Nobel de Medicina por descubrir el “geolocalizador interno” del cerebro.
Sus descubrimientos en ratas –la investigación indica que los humanos tienen el mismo sistema en el cerebro– significaron un “cambio en el paradigma” sobre el conocimiento de la manera en que funcionan las células para realizar funciones cognitivas, según la asamblea del premio.
Agregaron que los ganadores “han descubierto un sistema de posicionamiento, un GPS interno del cerebro, que hace posible orientarnos en el espacio”.
El conocimiento del sistema de posicionamiento puede “ayudarnos a comprender el mecanismo que apuntala la devastadora pérdida de memoria” que afecta a las personas que sufren el mal de alzheimer y, también, abre nuevas vías para comprender funciones cognitivas como la memoria, pensamiento y planeación.
O´Keefe, de 75 años, investigador del University College de Londres, descubrió el primer componente de este sistema en 1975 cuando encontró que una clase de célula nerviosa siempre se activaba cuando una rata estaba en cierto lugar de una habitación. Demostró que esas “células de lugar” construían un mapa del ambiente.
El segundo componente fue hallado en 2005, cuando la pareja Moser, de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología, identificó otro tipo de célula nerviosa que genera un sistema coordinado que permite el posicionamiento preciso y encontrar senderos.

