Una nueva forma de obtención del querosene renovable utilizando luz concentrada –luz solar simulada– como fuente energética de alta temperatura ha sido descubierta en un proyecto financiado por la Unión Europea (UE).
Los investigadores que forman parte del proyecto, denominado Solar-Jet, han logrado producir, por primera vez, carburante solar para reactores a partir de agua y dióxido de carbono (CO2), según dio a conocer la Comisión Europea.
El proyecto está aún en fase experimental y se ha producido un vaso de carburante para reactores en condiciones de laboratorio, usando luz solar simulada.
El Ejecutivo comunitario aseguró que los resultados son “esperanzadores y permiten pensar que en el futuro podrá producirse todo tipo de carburantes líquidos de hidrocarburos a partir de luz solar, CO2 y agua”.
“Esta tecnología supone que un día podremos producir un carburante más limpio y abundante para aviones, automóviles y otras formas de transporte”, celebró la comisaria europea de Investigación, Innovación y Ciencia, Máire Geoghegan-Quinn, en un comunicado.
Asimismo, opinó que con dicha tecnología “podría aumentar considerablemente la seguridad energética y convertir uno de los principales gases de efecto invernadero, causante del calentamiento global, en un recurso útil”.
En esta línea, el coordinador del proyecto, Andreas Sizmann, aseguró que la seguridad medioambiental y el abastecimiento encabezan el sector de la aviación para buscar combustibles alternativos.
El proyecto reúne a organismos de investigación del mundo académico e industrial (ETH Zürich, Bauhaus Luftfahrt, Deutsches Zentrum für Luft- und Raumfahrt (DLR) y Shell Global Solutions; a los que se añade Arttic, que es el socio encargado de la gestión).
Solar-Jet tendrá una duración de cuatro años. Se inició en 2011 financiado con 3 mil 046 millones de dólares, procedentes del Séptimo Programa Marco de Investigación y Desarrollo Tecnológico de la UE.

