El sitio no es pretencioso. Está la parte con aire acondicionado, que tiene unas cuantas mesas, la caja y un bar al fondo, pero un recluta (RdT) sugirió sentarnos afuera, y por eso nos sentamos afuera: una amplia terraza, con buenos abanicos.
Para beber, pedimos una limonada excelente, un lassi de mango espeso y rico y un chai (té con leche y especias) imbebible. Tenía tanto jengibre que me salía el picor por las orejas. Jonrón en la escala Scovill (la que mide el picor de los chiles, etc).
Pedimos que hicieran la comida baja en picor, pero aun así hubo un par de bingos. Comenzamos con unos pani pure (son unas bolitas sopladas rellenas de papa, que traen dos salsas: una dulce de tamarindo y otra agripicante, de culantro). También pedimos el samosa chaat, donde a las samosas (empanaditas) rellenas de queso, papa y petit pois, las colman con un guiso de garbanzos, cebollas luego unos vermicelli muy delicaditos.
Me tuve que reír cuando trajeron el siguiente plato, de papas rehogadas y fritas en harina de garbanzos con especias, y una salsa de yogur con culantro con un fondo dulce porque verás, como se llama aloo pakora. Le eché un poco de la salsa de tamarindo de los pani pure, y estuvo genial.
El butter chicken es lo que los menos aventureros deben pedir. Es suave, untuoso, el pollo suavecito y la salsa por supuesto, cremosa.
Uno de mis favoritos fue el palak paneer o queso con espinacas, y por alguna razón a una RdT le supo “como a lipgloss”. El aloo gobi lleva principalmente coliflor, papa y tomate, y no es ni más ni menos lo que uno puede esperar; mientras tanto, el mutton curry tenía bastante hueso, pero en el fondo era un estofado común y corriente, por supuesto que con sus especias y su salsita tipo gravy que tenía un toquecito de vinagre que le vino muy bien. Luego pedimos camarones, que vinieron con trozos grandes de cebolla y pimentón. No fue el plato más deslumbrante, pero se dejó comer, al igual que los vegetales al curry que tenían más papa que nada, con algo de zanahoria y coliflor.
Proseguimos al postre. Probamos las bolitas de leche en almíbar (gulab jamoon) que estaban ricas, pero a mí el que realmente me gustó fue el gajahar halwa, zanahorias rayadas y cocidas en almíbar también, pero con cardamomo y pepitas de marañón. Una rica forma de terminar una comida. Dixit.
