La veterana actriz británica Judi Dench recibió ayer los honores del Festival de San Sebastián, donde después de haber sido la jefa del agente 007 regresa con una nueva película de espías, Red Joan.
Judi Dench, de 83 años, es la tercera y última figura del séptimo arte en recibir este año el premio Donostia en reconocimiento a su carrera. En los últimos días lo hicieron el actor estadounidense Danny DeVito y el director japonés Hirokazu Kore-eda, triunfador este año en el Festival de Cine de Cannes con Shoplifters.
En un encuentro con la prensa, la oscarizada actriz recordó cómo empezó todo un lejano día de los años 50 en que asistió a una representación del Rey Lear.
“Shakespeare fue mi pasión”, destacó, y en sus obras se forjó como actriz, antes de debutar en el cine en 1964, para su propia sorpresa. “Debido a que no me interesaba el cine, no sabía nada y aprendí viendo” a los demás.
Desde entonces trabajó con directores como Stephen Frears, Kenneth Branagh, Clint Eastwood o Sam Mendes. Su trabajo le valió un Óscar a la mejor actriz de reparto por su papel de la reina Isabel I en Shakespeare in Love (1998).
“He conocido a mucha gente que, por muchas razones, me han hecho una gran actriz”, comentó haciendo balance de su carrera.
En plena forma, la intérprete acudió este año a San Sebastián en el cartel de Red Joan.

