El consumo anual de sándwiches en el Reino Unido tiene el mismo impacto en el medio ambiente que el uso de más de 8 millones de automóviles, según un estudio de la Universidad de Mánchester.
Según la Asociación Británica del Sándwich, cada año se consumen 11 mil 500 millones de sándwiches en el país, de los que la mitad se preparan en casa y la otra se venden en comercios, habitualmente transportados hasta ahí, empaquetados en envoltorios desechables y conservados en la nevera.
Este consumo anual “genera de media 9.5 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente, o sea el uso anual de 8.6 millones de coches”, explicó la profesora Adisa Azapagic.
Los investigadores estudiaron la huella de carbono de 40 tipos de bocadillos diferentes, y concluyeron que los peores para el entorno son los de carne de cerdo (bacon, jamón o salchichas) y aquellos que contienen queso o gambas.
El tipo de sándwich con más impacto es el de huevo, bacon y salchicha que se vende en las tiendas, y el que menos, el de jamón y queso hecho en casa.
La huella de carbono de estos alimentos podría reducirse 50% si se cambiaran las recetas, el envoltorio, reciclaje y su fecha de caducidad, que podría alargarse ahorrando así 2 mil toneladas de residuos por año.

