Recientemente, en un importante diario local, respecto a determinados actos de barbarie que estremecen al mundo, una nota periodística daba cuenta de un hecho repudiable, y para eso su redactor titulaba: «El Estado Islámico degolla a uno de los rehenes».
El verbo ‘degollar’ es irregular, sobre todo en la tercera persona (singular y plural) del presente de indicativo. También lo es en la primera persona singular (degüello), pero no en la primera persona plural (degollamos).
En ese mismo caso se encuentra el verbo ‘desollar’.
El verbo ‘recordar’, por su parte, es un modelo claro de cómo se debe conjugar el verbo ‘degollar’, pues, cada vez que aparezca la forma ue (técnicamente diptongación) en ‘recordar’, debe utilizarse también en ‘degollar’. Ejemplos: «Yo recuerdo / Yo degüello». «Ellos recuerdan / Ellos degüellan»
Por otra parte, la Nueva gramática de la lengua española estipula lo siguiente: «Son, por tanto, igualmente correctas ‘La fruta se agria’ y ‘La fruta se agría’, conjugación que es aplicable a los verbos ‘expatriar’ (‘El dictador expatria o expatría a sus opositores’), ‘paliar’ (‘Esta medida palia o palía las estrecheces económicas’) y ‘repatriar’ (‘Ella se repatria o se repatría’)».
Una doble acentuación admiten otros verbos como ‘cimentar’ («Los valores son los pilares en los que cimento o cimiento a mi familia»), ‘emparentar’ («Ella emparienta o emparenta con aquella familia») y los terminados en -cuar, como ‘adecuar’ («Este modelo no se adecua o adecúa a las características propuestas»), ‘licuar’ («Nunca licue o licúe este tipo de frutas») y ‘evacuar’ («Le solicitamos que evacue o evacúe el área»).
El verbo apostar tiene dos sentidos principales: 1. Pactar con otra u otras que aquel que se equivoque o no tenga razón, perderá la cantidad de dinero que se determine o cualquier otra cosa. 2. Poner una o más personas o caballerías en determinado puesto o paraje para algún fin.
En el primer caso se dice: «Le pedí que no apueste contigo», «Los que apuestan se arriesgan». Es decir, el verbo es irregular en la mayoría de sus personas.
En el segundo caso, por el contrario, es completamente regular: «Le pedí que aposte dos guardias en la sede», «Todas las mañanas apostan allí a dos soldados».
La Academia dice:
Es importante y necesario conocer y poner en práctica la conjugación de los verbos irregulares, con el fin de emplear correctamente el idioma y evitar usos no adecuados.
