Hace unos meses, las redes sociales entablaron una discusión por las franjas de un vestido, blanco y dorado o azul y negro. Ahora, la revista Current Biology trata de explicar el motivo.
El fenómeno “del vestido”, que arrasó durante unos días en internet y los medios de comunicación el pasado febrero, supone la mayor evidencia de las diferencias individuales en la percepción del color documentada hasta el momento, señaló el neurocientífico Bevil Conway del Instituto de Tecnología de Massachusetts.
Algunas ilusiones ópticas pueden hacer que se vean dos formas diferentes en una misma imagen, pero en el caso de la fotografía “del vestido” es la primera vez que una imagen podía ser vista de colores diferentes, dependiendo de cada persona.
Por mucho que se encendiera el debate no se llegó a un acuerdo sobre el color, por lo que Conway y su equipo diseñaron un experimento en el que pidieron a la gente que identificara en una paleta los colores que vieron en “el vestido”. Preguntaron a mil 400 personas de las que 300 no habían visto antes la prenda y se hallaron diferencias, que se dividían en blanco/dorado, azul/negro y uno menos numeroso que lo veía azul/marrón.