A Robert Redford le gusta desafiar sus límites en el cine y eso es lo que hace en A Walk in the Woods, un proyecto que el actor quería haber realizado junto a su amigo Paul Newman y que dejó aparcado a su fallecimiento, hasta que se encontró con Nick Nolte.
Así lo explica Ken Kwapis, el director de esta película, y en la que Redford, que la protagoniza y produce, sigue tratando de superarse a sí mismo, como ya había hecho en su anterior proyecto, All is Lost.
“Está físicamente muy bien y le gusta desafiar sus límites”, resalta Kwapis, que considera que lo más difícil que hace el actor no es meterse en papeles muy físicos para sus 79 años, sino mostrar una contención y una expresión sin palabras.
En All is Lost el “desafío fue trabajar sin diálogo” y en A Walk in the Woods es actuar “sin grandes gestos” en una película que está lejos de las cintas de mucha acción a las que está acostumbrado el público, opina Kwapis.
