Aguja en mano, Mia Hansson lleva seis años embarcada en un proyecto titánico que espera acabar el 13 de julio de 2027, 11 años después de haberlo empezado: reproducir de forma idéntica el famoso tapiz de Bayeux, del siglo XI, que relata la conquista de Inglaterra por un duque normando.
“Estaba aburrida y necesitaba un proyecto que no se acabara rápidamente”, dice esta sueca, que vive en Reino Unido desde hace 20 años.
Aficionada al bordado, esta exprofesora decidió en 2016 embarcarse en la reproducción de una obra maestra del siglo XI, de casi 70 metros de longitud, que simboliza las largas relaciones bélicas entre Inglaterra y el continente. Cinco años y medio después, bordando unas tres o cuatro horas al día, Hansson llegó a mediados de enero a la mitad de la obra, que guarda enrollada porque no tiene espacio suficiente para extenderla en su casa. Ya conoce de memoria todos sus detalles, incluidos los errores cometidos por las bordadoras de la época.
“Por ejemplo, hay cuatro cabezas de soldados, pero sólo hay cuatro piernas, no encaja”, afirma. Pero “cuando ves el original, no te das cuenta”, señala.
Al principio, Hansson “no estaba muy interesada en la historia” del tapiz, pero la aprendió bordando y ahora lo sabe todo sobre las aventuras de los 626 personajes representados en la tela.
“En el tapiz, tenemos de todo. Pájaros y dragones, camellos, caballos, barcos, monumentos, todo es diferente”, explica.
Para reproducir los bordados de lana sobre lino, Mia utiliza hilos de siete colores. “Si he calculado bien, necesitaré un total de 8 mil metros”, estima.


