Mil 800 casos de tortugas y mamíferos marinos han ingerido o se quedaron enredados en objetos plásticos frente a las costas estadounidenses desde 2009, según un informe de la oenegé Oceana que intenta describir el impacto de la contaminación plástica en la fauna marina estadounidense, a pesar del uso generalizado de prácticas de reciclaje.
Los objetos que los animales ingieren con mayor frecuencia son los hilos de pesca, los envases de alimentos, las bolsas de plástico, los globos y las lonas.
Las ataduras de plástico y los globos con cuerdas son los culpables más comunes de enredos de animales.
Más de 900 especies, incluidas aves y peces, se ven afectadas por el problema, muchas de las cuales están protegidas y en peligro de extinción, según el estudio.
La asociación pretende que el informe, aunque no exhaustivo, sirva de “catalizador” para cambiar el comportamiento de las personas. De las tortugas que ingirieron plástico, el 20% eran bebés.
El bloqueo de los intestinos es la causa más común de muerte de estos animales, pues ya no pueden alimentarse.
Las fuentes de contaminación son difíciles de contabilizar al tratarse de residuos ligeros que vuelan en costas y playas, vertederos mal cerrados o residuos exportados por barco, parte de los cuales caen al mar.
La solución, sin duda, pasa por esas tres instancias y en primer lugar por reducir la dependencia del plástico. “Las empresas envasan todo en plástico”, lamentó la investigadora Kimberly Weaver, quién fue la autora principal del estudio que apela a un cambio en los hábitos de consumo.

