Un sol alegre, una luna triste, flores, una cruz... colores fuertes pintados suavemente o con toda la intensidad.
Son dibujos hechos por niños, pero para Ellis Karina Ceballos son más que eso; son herramientas. A través de ellos puede interpretar emociones y conocer historias. Ella es psicóloga en la Fundación de Amigos del Niño con Leucemia y Cáncer (Fanlyc) e, indirectamente, utiliza los principios de la arteterapia.
“Arteterapia es una actividad terapéutica pedagógica en grupo, que utiliza el lenguaje y las herramientas artísticas visuales dentro de una dinámica especial que consta de tres momentos: consigna (directrices), producción plástica o visual y verbalización (explicación de la obra realizada)”, explica Henrey Lombardo, artista plástico panameño, quien se especializó en arteterapia en Argentina.
Pero no solo la arteterapia es utilizada como una forma de obtener salud, también hay otras ramas que hacen lo propio, como la danzaterapia y la musicoterapia. Es que las artes en general constituyen un apoyo importante para el bienestar del alma y el cuerpo humano.
Tanto es así, que la Organización Panamericana de la Salud (OPS) tiene una plataforma de “Arte, puente para la salud y el desarrollo”, que trabaja en conjunto con la Red Latinoamericana de Arte para la Transformación Social (RLATS) para impulsar la acción artística como estrategia de salud.
En la síntesis del acuerdo de la OMS, la OPS y la RLATS, se menciona además que “el arte contribuye socialmente a la expresión de deseos y emociones de manera sublimada y canalizada y, por lo tanto, constituye una poderosa herramienta reparadora de la salud mental”. También menciona la evidencia científica sobre el efecto restaurador de las terapias basadas en manifestaciones artísticas.
Un ejemplo de evidencia científica fue el que publicó la revista Time en marzo. El estudio de la Universidad Tor Vergata School of Nursing, en Roma, decía que los sobrevivientes de infarto que amaban el arte, incluyendo la pintura, la música y el teatro, mostraban efectos positivos física y mentalmente, en comparación con los que no. “Ellos tuvieron más energía, mejor salud en general y mejoraron su movilidad. Estuvieron más felices, menos ansiosos o deprimidos y tuvieron mejor memoria y habilidades de comunicación”, detalla el artículo.
La enfermedad es una etapa de crisis que provoca una serie de emociones que no siempre se pueden expresar verbalmente. A través del arte, los pacientes hallan la forma de canalizar esas emociones. Aunque el uso de la arteterapia no es muy frecuente en Panamá, organizaciones como Fanlyc la utilizan indirectamente con ayuda de sus voluntarios. VEA 2B
