Australia llamó a 3 mil reservistas militares a desplegarse para hacer frente a los incendios forestales que devastan el país, anunció ayer el primer ministro, Scott Morrison.
“Esta decisión permite tener a más hombres en el terreno, más aviones en el cielo, más barcos en el mar”, declaró Morrison, criticado por la forma en la que gestionó la crisis de los incendios, que comenzaron en septiembre.
También se designó a un general de dos estrellas para supervisar la intervención del ejército y se desplegó el HMAS Adelaide, un portahelicópteros, que contribuirá a la lucha contra las llamas.
Desde hace meses, el ejército australiano ayuda con el reconocimiento aéreo, la cartografía, la búsqueda y rescate, la logística y el apoyo aéreo. Ya se han desplegado unos 2 mil soldados.
“El gobierno no ha tomado esta decisión a la ligera”, afirmó la ministra de Defensa, Marise Payne.
“Que se recuerde es la primera vez que se llama a un número tan grande de reservistas y, de hecho, incluso creo que es la primera vez en la historia de nuestra nación”, recalcó.
Un número más reducido de reservistas ya se había desplegado para combatir incendios en Queensland.
El anuncio llega tras semanas de críticas al primer ministro por la gestión de la crisis.
