El peligroso y real “secuestro virtual” del grupo vasco Delorean en México no puede empañar los esfuerzos que, desde ambos lados del Atlántico, se realizan para consolidar una autopista de ida y vuelta entre músicos indies españoles y la rica y variada escena alternativa de América Latina.
Promotoras como Charco o Casete, festivales como Port América o Vive Latino, o las giras de grupos españoles como Triángulo de Amor Bizarro o Love of Lesbian en el continente americano confirman que el intercambio en la escena independiente va a más.
Para Joaquín Martínez Silva (Kin), director de Esmerarte y organizador de Port América, las nuevas tecnologías y la curiosidad son la base de este nuevo “mercado común”.
Otra apuesta por este lenguaje “común” es el desembarco en España de la compañía de servicios culturales Casete. Capitaneada por Camilo Lara, líder del grupo Instituto Mexicano del Sonido, la productora ya ha establecido alianzas con los sellos españoles Elefant y El Genio Equivocado.
“El concepto de qué es ser indie o qué sonoridades corresponden a ´lo alternativo´ en América es mucho más relajado. La cumbia se puede mezclar con la electrónica, lo tradicional puede ser remixeado o se pueden hacer rancheras versionando a Phoenix; en Europa los conceptos están anquilosados”, comenta Lara.
Miguel Ángel García Garrido, de Charco, coincide también con Camilo en la necesidad de consolidar “una red de confianza, una escena alternativa unificada que permita un flujo fluido de artistas latinoamericanos en todo el mundo”.
Kim, que como mánager de Vetusta Morla se ha forjado como pionero de la independencia musical en América Latina, mantiene que es necesario fomentar el conocimiento de ambos mercados para conseguir uno común. “Conocernos puede consolidar esta comunión, es un bien necesario para que nada se pare y se llegue a cimentar”.