La piel tersa y acicalada, que hasta puede dar un aire aniñado, puede ser la causa del fracaso masculino a la hora de la conquista, pues las mujeres prefieren al hombre con barba, que asocian a la fuerza y a la virilidad.
Eso surge de una investigación realizada por la agencia Found!, la primera en Italia sobre mood marketing communication. En el estudio se entrevistaron unas mil 300 mujeres de entre 25 y 55 años, en las que sondeó qué características debería tener el compañero ideal.
El 78.5% declaró que, entre otros rasgos, el hombre ideal para tener al lado debe tener barba. El estudio fue realizado mediante la metodología WOA (Web Opinion Analysis) a través de un monitoreo en redes sociales (Facebook, Twitter, YouTube), además de blogs y comunidades interactivas.
La forma de la barba poco importa: poblada, rasurada, desprolija o cuidadosamente cortada bien al ras, lo mismo gana el consenso del público femenino.
Porque los hombres que la llevan lucen más masculinos, dijo el 61%, y hasta más emprendedores (47%), respecto de los que se afeitan por completo.
Y por ello la tendencia sea exportada por los gurús internacionales de la imagen, y en Italia la moda ya parezca instalada, con deportistas, cantantes y testimoniales publicitarios que conquistan al público gracias a su barba desprolija.
Como el modelo brasileño Bruno Cabrerizo, que con un 66% de preferencias bate al siempre cotizado George Clooney, que en la encuesta alcanza un 37%.
Esa fascinación por los hombres con barba concierne a las mujeres en general, y no sólo a las italianas, sugiere un estudio inglés de la Northumbria University de Newcastle.
En el estudio, sobre una muestra de mujeres de entre 18 y 44 años, resultó que el vello en el rostro las atrae más, por un mecanismo inconsciente que les sugiere madurez sexual.
En Italia, para los hombres que no gustan de llevar barba, o no por lo menos descuidada, de a poco surgen opciones para conservarla, ganando comodidad y también reduciendo los riesgos de una infructuosa conquista.
Entre ellas, los spa masculinos. Como Acqua di Parma, en Milán, que entre perfumes y mobiliario de diseño italiano ofrece un sector de barbería, donde el rasurado en una poltrona es una obra de arte. También hay spa urbanos, con espacios dedicados al barber shop, como Culti Day Spa, en Milán, que tiene un ingreso exclusivo para el área de barbería.